Una de las preguntas más recurrentes que se suelen plantear en el sector de la nutrición, tiene que ver con los resultados de comer pan para el cuerpo. A grandes rasgos, una de las incógnitas que se suelen plantear a las personas interesadas en las propiedades de este producto, es identificar si el pan es un alimento que engorda.
En ese orden de ideas, identificar si el pan es un producto que engorda, se puede convertir en una tarea fundamental para la elaboración de un plan de alimentación de buena calidad. Para que usted puede resolver esta incógnita de la mejor manera, en esta oportunidad compartimos un artículo con el que se puede encontrar una respuesta y explicara más sobre cuáles son los mecanismos del cuerpo en torno a la saciedad.
Finalmente, hay que tener en cuenta que no existen alimentos que adelgazan o engordan, sino que son productos que van a tener un determinado efecto y resultados en el balance calórico para el organismo, con lo cual se pueden esperar determinados efectos. A pesar de lo anterior, existe cierta influencia de cada alimento en torno a la secreción de insulina o la saciedad que tal vez se llegue a incitar.
El pan no engorda
Tal y como se insiste al comprar Herbalife, la información es una de las claves dentro de cualquier estrategia para el control del peso o el cuidado de la salud. En ese sentido, se hace énfasis en que el pan es un producto que se encuentra constituido principalmente por carbohidratos. Con relación al poder energético de este alimento es de aproximadamente entre 300 a 400 kcal por cada 100 g del producto.
Para las personas que quieren resolver esta incógnita, el pan sí se puede incorporar dentro de una dieta equilibrada, por supuesto tomando las medidas que sean pertinentes, ya que por su sola cuenta no va a producir un aumento de peso. Eso sí, siempre se va a necesitar de una alimentación sana, equilibrada y balanceada, al igual que realizar ejercicio regularmente.
Más allá de lo anterior, el pan sí puede significar la elevación del índice glucémico, en particular cuando se trata de una variedad que ha sido elaborada con trigo refinado. Lo anterior va a implicar para el cuerpo que ocurra un pico de insulina con una posterior hipoglucemia reactiva.
La consecuencia final de este consumo de pan de modo aislado es que se va a presentar una saciedad momentánea y un aumento posterior del apetito. Por ende, se puede hablar de un alimento que es poco saciante, pero que va a incitar una ingesta en exceso posterior.
El pan no se debe utilizar como acompañamiento
El pan en muchas ocasiones se usa de modo equivocado. Uno de los claros ejemplos de esta afirmación, es que el pan se considera como un alimento para acompañar las comidas, motivo por el que se presenta un incremento descontrolado en la ingesta energética, lo cual casi siempre no se tiene en consideración.
El pan se puede consumir con cierta moderación, garantizando que el pan sea la parte principal del plato. De esta manera, se puede aceptar una comida que tenga un bocadillo como preparación principal, incluso pizza o empanada. Pero va a ser una terrible idea que se agregue como un extra o acompañamiento.
Por otro lado, en muchos casos se usa para mojar en salsa. Una de las consecuencias directas de esta práctica es que se incrementa el valor calórico que su consumo de una manera significativa. Así mismo, la palatabilidad va a conllevar a que se consuma mucho más de la cantidad necesaria, lo que superará la barrera del apetito.
De igual modo, es un producto que no se utiliza en la mayoría de los casos al contabilizar y valorar un plan de alimentación. Son muchas las personas que consumen pan durante sus comidas principales, pero que no son del todo conscientes en cuanto a su composición calórica y se lo usa de modo casi cultural.
Aprender a diferenciar los panes: No todos son iguales
Son varios los tipos de pan que existen en el mercado, donde se van a poder aplicar ciertos criterios de clasificación de acuerdo con sus ingredientes y el proceso de elaboración. De esta manera, no se puede considerar de la misma manera el pan de trigo respecto al pan de centeno o un pan de molde con un pan artesano.
Cuando llega el momento de consumo de pan, siempre es clave que sean seleccionadas variedades elaboradas con grano entero y que sea lo menos refinado posible. Igualmente, los que se elaboran de modo artesanal y que incorporen distintos tipos de granos o cereales en su preparación, van a tener una calidad nutricional muy superior.
¿Qué es el poder saciante de los alimentos?
Cuando se está trabajando en la planificación de una dieta, no sólo hay que concentrarse en el valor que tienen los alimentos, sino que se debe analizar el poder saciante de los productos. Con un trabajo como el anterior, va a ser mucho más sencillo que se eviten los alimentos procesados o que son ricos en azúcares.
Las grasas y las proteínas tienen una capacidad de saciedad mayor, lo que estimula el neuropéptido y la leptina. De esta manera, se consigue evitar la hipoglucemia reactiva posterior a cuando se consumen azúcar simple, lo que conlleva a que se incremente el apetito.
En torno a los alimentos que se destacan por ser ricos en fibra van a producir una distensión estomacal y también intestinal, lo que estimula los receptores encargados de la transmisión de la sensación de saciedad. En ese orden de ideas, es uno de los motivos por los que se va a priorizar la ingesta de comidas procesadas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, no sólo se trata de las ventajas que se obtienen a un nivel de micro y macronutrientes, sin o que se controla de un modo muy eficiente en la curva de glucosa y también el mecanismo del apetito.
Finalmente, en aquellos casos en donde son seleccionados alimentos muy ricos en carbohidratos, la idea es que exista prioridad en los que son integrales o que son de grano entero. Por sus características van a contar con una cantidad muy alta de fibra y un índice glucémico bajo, combinación por la que se estimula la producción de insulina en menor proporción respecto al azúcar refinado.
Conclusiones ¿Engorda el pan?
No hay un alimento que, por sí mismo engorde, y en ese sentido el pan no es una excepción. Ahora bien, el consumo de pan casi siempre se hace de manera equivocada, pues se suele utilizar como un acompañamiento para otros platos.
Cuando se incorpora en la dieta, lo importante es que sea como un elemento principal para los platos y evitar que se consuma de forma aislada entre horas para que se pueda evitar un incremento posterior del apetito. Una de las normas generales es que los alimentos ricos en carbohidratos se eviten, al igual que los de índice glucémico elevado.