Cambios bruscos de temperatura, el humo y la exposición por largos periodos de tiempo a altas concentraciones de contaminación ambiental, son algunos de los factores que ponen en riesgo la función respiratoria y, por ende, alteran la salud en general. Así pues, sencillas medidas de protección que se incorporen en la rutina del día a día, definitivamente, pueden marcar la diferencia.
Considerando que hay grupos de poblaciones que presentan una mayor tendencia a padecer enfermedades respiratorias, este es el caso de los adultos mayores, menores de 5 años y embarazadas, y que adicionalmente, son estas patologías motivos recurrentes para buena parte de las consultas que se programan con un médico, es más que pertinente prestar atención a todos los detalles.
Una gripe, episodios de amigdalitis, asma y el conjunto de síntomas que da lugar a la rinitis, corresponden a algunas e las enfermedades respiratorias con mayor prevalencia y que se pueden evitar o controlar, eso sí, acudiendo a las denominadas reglas de oro que se han establecido para este fin.
El aparato respiratorio y su importancia
Los órganos que componen el sistema respiratorio, son las vías aéreas y los pulmones, los cuales trabajan en equipo para que se produzca la respiración, proceso que consiste en tomar el oxígeno del aire para posteriormente, eliminar el dióxido de carbono.
Para especificar un poco más, este aparato, incluye también: nariz, boca, faringe, laringe, tráquea, bronquios, bronquiolos, alvéolos y diafragma.
Ahora bien, en cuanto a su importancia, se exalta de manera crucial, el que se encargue de la función vital de respirar, asimismo, se agradece su participación en la formación y regeneración de variadas estructuras y en la potenciación de los procesos requeridos para la obtención de energía.
¿Cómo es un sistema respiratorio saludable?
El sistema respiratorio sano, es aquel que lleva a cabo sus funciones con normalidad, es decir sin ningún tipo de trastorno o dificultad de por medio. Por otra parte, será también, aquel que disponga de la capacidad y rendimiento acorde a la edad y características particulares del individuo.
Puesto que los pulmones suelen ser los órganos de este sistema con mayores posibilidades de verse afectados, las vacunas para prevenir la acción de virus y bacterias, al igual que buenos hábitos de vida, contribuyen para impedir que el bienestar tome un giro negativo por cuenta de posibles desequilibrios en este aparato.
Reglas de oro para cuidar las vías respiratorias
Muchas son las alternativas recomendadas para prevenir las enfermedades respiratorias, es así como se incluye desde comprar Herbalife online hasta las pautas que a continuación se enumeran y que en conjunto, ciertamente, pueden crear un panorama mucho más favorecedor.
- Evitar fumar: las muchas campañas que insisten en erradicar este hábito nocivo de la vida de las personas, tienen su razón de ser, y es que tanto fumar como ser un fumador pasivo, es más que suficiente para que las vías respiratorias se deterioren, disminuya la función pulmonar y se incrementen las posibilidades de desarrollar cáncer de boca, laringe y garganta. Cabe anotar que la llamada tos de fumador, hace parte de las lamentables consecuencias de esta costumbre.
- Lavar las manos varias veces durante el día: un ejercicio tan básico como este, representa la eliminación a tiempo, de virus y bacterias que pueden ejercer su acción nociva una vez ingresen al organismo. La cuestión es, que este lavado de manos debe durar como mínimo unos 20 segundos y debe ser meticuloso para que sea efectivo.
- Alimentación balanceada: por su capacidad antiinflamatoria, los ácidos grasos omega 3 son muy recomendados, las vitaminas A, C y E presentes en frutas y vegetales, son tremendamente ricas en antioxidantes y aportan un escudo de protección. Estos productos junto a muchos más en la cantidad y frecuencia correcta, se encargarán de prevenir los problemas respiratorios más frecuentes.
- Ejercicio regular: al incrementar la oxigenación, el deporte en cualquiera de sus formas, ayuda a que la respiración poco a poco se vuelva más eficiente y a que, en definitiva, el sistema respiratorio sea más potente y vigoroso.
- No compartir artículos personales: el teléfono móvil, teclado del computador, maquillaje y hasta el mismo control remoto del televisor, son medios a través de los cuales se pasan virus y bacterias de una persona a otra, así que, si son objetos comunes, por lo menos hay que ocuparse de desinfectarlos constantemente.
- Evitar los alérgenos: los alérgenos son aquellas sustancias que generan reacciones alérgicas y cuando se trata específicamente del sistema respiratorio, el contacto con el polvo, el polen y el moho, se convierten en factores desencadenantes.
¿Qué tan comunes son las enfermedades respiratorias?
Si bien se intensifican en el transcurrir, por ejemplo, del invierno, lo cierto es que siempre están ahí, afectando bronquios y por supuesto, vías nasales. Algunas leves y otras de orden crónico que logran poner en riesgo la vida por su complejidad, estos son los problemas respiratorios que más afectan a la población mundial.
Gripe
También conocida como influenza, es la consecuencia de un virus. Los pacientes experimentan tos, dolor en el cuerpo, fiebre, pérdida del apetito y secreción nasal
Bronquitis
Por cuenta de partículas irritantes, virus o bacterias, los bronquios se inflaman y las personas no logran respirar bien, usualmente, se involucra una especie de pitido por la acumulación de mucosidades y flemas.
Neumonía
Se trata de una infección que puede hacer presencia en uno o en ambos pulmones, se encuentra enmarcada por la fiebre, tos, insuficiencia respiratoria, dolor de cabeza y sudoración.
Asma
Es el resultado del estrechamiento e inflamación de las vías respiratorias que se manifiesta con dolor en el pecho, dificultad para respirar, tos o sibilancia.
Faringitis
Se trata del popular dolor de garganta, que, por lo general, hace parte de alguna enfermedad subyacente. Requiere de antibióticos para superarse.
La prevención está al alcance de todos
Los muchos estudios publicados sobre cómo prevenir enfermedades respiratorias, coinciden en que debido a que las vacunas no cuentan con un cien por cien de efectividad, se requiere complementar con ciertas practicas para disminuir los factores de riesgo.
Así las cosas, cubrirse al toser o estornudar con el antebrazo hace parte de las estrategias que más se recomiendan para este fin, igualmente se habla de conservar los entornos ventilados y limpios, no exponerse a cambios drásticos de temperatura e hidratarse pertinentemente.
Por otra parte, no está de más recordar sobre lo necesario de dormir la cantidad de horas suficiente y no automedicarse, y es que en este último punto es requisito hacer un alto para mencionar el abuso de esta familia de medicamentos hace que se cree resistencia, lo que conduce a que no sean tan efectivos cuando se haga preciso dar manejo a una patología que los demande.
Finalmente, no está de más mencionar que los controles periódicos con un profesional de la salud, suelen ser muy oportunos, pues ayudan a detectar a tiempo bajas en las defensas y en definitiva, todo aquello que pueda estar influyendo para que se creen las condiciones que permiten la llegada de estas enfermedades, por lo que se trata de una misión que implica el darse a la tarea de cubrir todos los frentes, pues de lo contrario la exposición tarde o temprano pasará factura.